El sistema previsional actual busca entregar pensiones a quienes hayan terminado su vida laboral activa, ya sea por cumplimiento de la edad para hacerlo o por motivos que le impidan a un trabajador seguir desempeñándose laboralmente, y a los beneficiarios legales de asegurados fallecidos.

Rol fundamental tienen las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las cuales pertenecen a un sistema creado en 1980 en el que cada persona afiliada posee una cuenta individual en la que se depositan sus cotizaciones previsionales, las que se capitalizan y obtienen la rentabilidad de las inversiones que realizan las AFP con dichos recursos administrados. Este sistema considera como principales beneficios las pensiones de vejez, de invalidez y sobrevivencia, siendo su objetivo principal asegurar un ingreso estable a los trabajadores que han concluido su vida laboral y a los beneficiarios legales de asegurados fallecidos.