Si no logras conciliar el sueño o despiertas con facilidad durante las noches es porque el insomnio se ha apoderado de ti, situación que se ve agravada en la tercera edad, pues es frecuente escuchar entre nuestros mayores, las pocas horas que destinan a dormir, lo tarde que lo hacen, y pese a ello, lo temprano que se levantan. 

Esta situación es parte del proceso natural del envejecimiento, ya que con el correr de los años el ciclo de sueño se ve modificado. De todas formas hay ciertas causas que profundizan esta situación como el uso de medicamentos que alteran el sueño, el consumo de bebidas como café, té o alcohol, un estilo de vida sedentario, trastornos mentales como estrés o depresión, entre otros factores. 

Te has preguntado, ¿qué hacer para el insomnio? En el blog de Penta Vida te contamos algunas formas de combatir el insomnio en la tercera edad:

  • Establecer horarios para dormir y despertar
  • Dormir solo lo necesario y evitar siestas largas durante el día
  • Tener un lugar tranquilo para descansar, evitando el ruido y la luz excesiva.
  • Evitar consumir bebidas como el té o el café después del medio día
  • Consumir pocos líquidos antes de dormir para no tener que despertar durante la noche

Tipos de insomnio en el adulto mayor

Como se detalla en el estudio, “Alteraciones del sueño en personas adultas mayores”, el insomnio puede clasificarse en tres tipos:

a) Insomnio a corto plazo: también se denomina insomnio agudo, y está relacionado con estrés pasajero o con alguna situación puntual. Cuando desaparece el factor que lo causa, se vuelve a conciliar el sueño con normalidad.

b) Insomnio crónico: se trata de un problema que persiste por un periodo de tres meses o más y no se encuentra relacionado, por ejemplo, con un ambiente inadecuado para descansar. El insomnio debe incluir una latencia de sueño de 30 minutos o más en adultos mayores.

c) Otros tipos: existen otros tipos, que corresponden a los que no calzan con las dos anteriores. 

Es importante tener en cuenta que las horas de sueño varían en cada persona, pero oscilan entre 7 y 8 horas promedio, pese a que otros con tan sólo 4 logran rendir de forma adecuada. De todas formas, en muchos casos es necesario consultar a tu médico y utilizar un tratamiento basado en medicamentos para tratar el insomnio.